Sin quitar importancia al consumo de alimentos frescos, los productos congelados pueden consumirse habitualmente. No debemos confundir los productos precocinados con las materias primas de calidad, congeladas o ultracongeladas como carnes, pescados, legumbres, verduras y frutas.
En el caso del pescado es importante saber que la congelación (más de 48 horas) destruye el parásito anisakis, así que pescados como la merluza, los boquerones, el bacalao o el salmón, entre otros, deben ser congelados antes de su utilización en preparaciones crudas o poco cocinadas, como el ceviche, los boquerones en vinagre, el sushi, etc.
La carne es otro de los alimentos que mantiene su valor nutricional casi intacto tras la congelación. En lo que respecta a frutas y verduras congeladas, podemos consumirlas sin problema y habitualmente, aunque debemos alternar su consumo con piezas frescas, así conseguiremos un mayor aporte de vitaminas esenciales necesarias en nuestra dieta diaria.